No hay comprensión alguna,
solo palabras de rencor
fui un miserable desquiciado
y merezco este dolor.
Corazón marchito y mustio
como el infierno que me aguarda.
Hay sombra mía...
No es hombre el que quiere... si no el que ama.
Por que señor me maldices con la duda,
y me ocultas tras la bruma...
Pon aprueba a mis demonios...
una vez mas.. solo una.
Tú que eres el frío de diciembre,
las nieves de enero y el manto friolero
de un corazón de hielo..
Tú que me diste tu confianza y yo,
por no ser de piedra, te traicioné.
Y esa una traición que duele y que mata...
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